Sobre Sol Satori

En cada una de mis obras busco revelar un diálogo entre construcción anatómica, sensualidad, liviandad y misterio, en una armonía que invita al espectador a completar la pieza con su propia mirada. La obra no se cierra en mí, sino que se expande en cada observador, volviéndose mágica al entrelazarse con su propia experiencia.

El metal, frío, duro y pesado por naturaleza, me desafía a mostrar lo opuesto: calidez, liviandad y maleabilidad. Transformar un trozo de chapa en un cuerpo vibrante que despierte emociones, recuerdos y sensaciones es la pasión que me impulsa. Quiero que cada curva, cada plano y cada vacío conduzca al espectador hacia lo etéreo, hacia un viaje interior.

Mi material por excelencia es el acero inoxidable. El hombre lo utilizó desde sus orígenes con fines cortantes, punzantes y bélicos; yo elijo correrme de ese espacio agresivo para revelarlo desde otro lugar: el de la belleza, la sensualidad, la armonía y el equilibrio. Así, el metal se convierte en vehículo de disfrute y contemplación.

El arte me regala silencio, introspección y presencia en el aquí y ahora. Me conduce a una profunda autoobservación, a un contacto íntimo con mi ser y con lo esencial. En ese camino, surge la necesidad de plasmar mi conexión con lo divino, con el cosmos y con la inmensidad de lo que nos trasciende.

Mis esculturas buscan invitar a tocar esos filamentos lumínicos del alma. Trabajar el acero inoxidable me ha permitido llegar a lugares que jamás imaginé, construyendo formas inspiradas en la plasticidad del cuerpo humano, donde las tensiones se equilibran en armonía, sensualidad y fuerza en el espacio.

9 obras

Reconocida internacionalmente

Arte contemporáneo